Consejos para gestionar la creatividad

Cuaderno de Leonardo Da Vinci

La gestión de la creatividad es fundamental para vos, que estás dando tus primeros pasos en dibujo, pintura y escultura. Comprender cómo cultivar y dirigir tu creatividad no solo impactará la calidad y originalidad de tus obras, sino que también dará forma a tu identidad artística única. A continuación, encontrarás consejos prácticos que van más allá de la superficie, proporcionándote una guía más profunda en tu búsqueda creativa.

1. Cultivá la Inspiración

La inspiración es el alma de la creatividad, el impulso que enciende la chispa de tu imaginación. Explorar fuentes de inspiración va más allá de observar el mundo que te rodea; implica sumergirte en experiencias, absorber emociones y conectarte con elementos que resuenan con vos. Cultivar la inspiración requiere paciencia y dedicación. Como dijo Picasso: “que la inspiración me encuentre trabajando”, por lo que incorporar la práctica constante en tu rutina diaria puede ser clave.

Noche estrellada

Vincent van Gogh, un apasionado observador de la naturaleza, convirtió su conexión profunda con los paisajes en obras maestras como «Noche estrellada». Su enfoque en capturar la esencia de la naturaleza revela cómo la inspiración puede transformarse en expresión artística única.

2. Llevá un cuaderno de bocetos

Un cuaderno de bocetos es más que un simple registro de ideas, es tu laboratorio creativo personal. Este cuaderno es el lugar donde las semillas de la creatividad germinan y crecen. No es solo un medio para capturar ideas fugaces, sino una herramienta para explorar y experimentar. Tenerlo a mano en todo momento no solo te ayuda a documentar momentos de inspiración, sino que también se convierte en un compañero constante en tu viaje creativo.

Cuaderno de Leonardo Da Vinci

Leonardo da Vinci, el maestro del Renacimiento, utilizó sus cuadernos no solo para bocetos, sino para registrar ideas, observaciones científicas y reflexiones personales. Su cuaderno era un reflejo de su mente curiosa y exploradora.

3. Experimentá con diversas técnicas

«No sé por qué la gente espera a tener dinero para empezar a vivir, ¡si empiezan a vivir cuando empiezan a crear!» – Andy Warhol

La experimentación es la brújula que te guiará a través del vasto territorio de la creatividad. No te limites a una sola técnica; más bien, abrazá la diversidad de medios, estilos y enfoques. La experimentación no solo te desafía a crecer como artista, sino que también te ayuda a descubrir tu voz única en el proceso creativo. Tomando la frase de Andy Warhol, la vida creativa comienza cuando comenzás a crear, independientemente de las limitaciones.

Consejo: Participar en talleres de arte puede ampliar tus horizontes y proporcionarte nuevas perspectivas para experimentar con diversas técnicas.

4. Enfrentá los bloqueos creativos

«No estoy segura de tener alguna vez un bloqueo creativo. Si no puedo pintar, pinto algo más». Georgia O’Keeffe

Los bloqueos creativos son como nubarrones temporales. En lugar de verlos como obstáculos insuperables, consideralos como desafíos que te empujan a explorar caminos inexplorados. La resistencia a rendirte, incluso cuando parece que la inspiración se ha retirado, es la llave para superar estos bloqueos. Recordá las palabras de Georgia O’Keeffe y considerá la posibilidad de pintar «algo más» cuando sientas que la musa te abandona.

Salvador Dalí, conocido por su surrealismo distintivo, utilizaba la «siesta creativa» como una forma de superar bloqueos. Al relajarse y sumergirse en sus sueños, encontró un flujo constante de ideas frescas y peculiares.

5. Establecé metas creativas

Las metas son faros que guían tu barco a través del vasto océano de la creatividad. Definí metas claras que no solo desafíen tus habilidades, sino que también te inspiren a crecer como artista. Michelangelo nos recuerda que apuntar alto, aunque puede parecer intimidante, es esencial para alcanzar la excelencia. Las metas brindan un propósito a tu práctica artística y te orientan hacia logros significativos.

Como dijo Michelangelo: «El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es que apuntemos demasiado alto y no alcancemos nuestro objetivo, sino que apuntemos demasiado bajo y lo logremos».

6. Encontrá una comunidad de apoyo

El arte florece en la comunidad, donde las ideas se entrelazan y las perspectivas se multiplican. Conectarte con otros artistas te brinda no solo un espacio para compartir tus experiencias, sino también una fuente invaluable de retroalimentación. La comunidad es el eco que devuelve la vitalidad a tu creatividad.

En la historia del arte encontramos varios ejemplos de movimientos que se produjeron gracias al intercambio estrecho entre un grupo de artistas: el surrealismo de la mano de André Bretón, el grupo expresionista alemán Die Brücke (El Puente), el dadaísmo, el arte pop, el grupo experimental Cobra, entre otros.

Cuando la creatividad se nutre del intercambio. André Bretón y su grupo surrealista

7. Aprendé de los maestros

Estudiar el trabajo de artistas famosos es como abrir un libro de historia que te revela secretos del pasado. Analizá las técnicas, paletas de colores y composiciones de los maestros, ya que cada pincelada cuenta una historia. Aprender del maestro es una práctica que se sostiene desde que el arte es arte, ya sea de su propia mano en un taller, como visitando museos o leyendo bibliografía.

Estudiá el trabajo de aquellos que admires y descubrí cómo aplicaron sus habilidades para obtener nuevas perspectivas y enriquecer tu propia práctica artística.

8. Abrazá los errores

«No cometemos errores, solo tenemos accidentes felices». Bob Ross

Spoiler alert: vas a cometer muchos errores mientras estés creciendo como artista. Parte de aprender a gestionar la creatividad tiene que ver con qué actitud tenés frente a estas situaciones. Los errores son portales hacia descubrimientos creativos inesperados. No tengas miedo de cometerlos, sino abrazalos como parte integral del proceso creativo. 

Jackson Pollock, pionero del «drip painting», utilizó salpicaduras y goteos accidentales para crear su estilo distintivo. Aceptá los errores como oportunidades para explorar nuevas direcciones creativas y permití que te guíen hacia territorios inexplorados.

9. Estudiá la historia del arte

Sumergirte en la historia del arte es como viajar en el tiempo, explorando las corrientes que han dado forma a la expresión artística. Conocer el pasado no solo te proporciona un contexto para tu trabajo, sino que también te conecta con una tradición artística rica y diversa, y puede ser una forma de encontrarte identificado/a en alguno de los estilos que encuentres.

Consejo: Hay muchos libros de historia del arte, que hablan del arte en general o de corrientes específicas. También hay historiadores que se centran en artistas no reconocidos, como el lugar que se les dio a las mujeres en el arte. También hay cursos y talleres online o precenciales.

10. Practicá, practicá, practicá

En cualquier aspecto que quieras desarrollar la práctica es clave: aprender un idioma, nadar, bailar tango… Por supuesto el arte no es la excepción. Practicar regularmente no solo mejora tus habilidades técnicas, sino que también fortalece tu confianza creativa.

En lo posible, buscá un momento a diario para practicar, así no perdés el ritmo. Si te cuesta ¡ponete un recordatorio en el celu! Y si no sabés qué hacer, volvé al punto 4.

«Si oyes una voz dentro de ti que dice ‘no puedes pintar’, entonces pinta, y esa voz será silenciada». Vincent van Gogh

Recordá que la gestión de la creatividad es un viaje personal y único. Usá estos consejos como guía, pero no tengas miedo de explorar y descubrir tu propio camino. La creatividad es un regalo que está dentro de vos; solo necesitás desbloquear su potencial y dejar que florezca. ¡Adelante y crea!

Recursos adicionales:

  • «El camino del artista» de Julia Cameron ofrece ejercicios y reflexiones para nutrir tu conexión con la inspiración interior. También proporciona herramientas específicas para superar bloqueos creativos y mantener una práctica artística constante.
  • «Metas Creativas» de Chris Guillebeau ofrece consejos prácticos sobre cómo establecer metas significativas y alcanzarlas en el contexto artístico.
  • «Cómo mirar el arte» de Richard J. Powell.
  • «El don de los errores» de Kathryn Schulz ofrece una perspectiva reveladora sobre cómo los errores pueden ser valiosos en el proceso creativo.
  • «Maestría» de Robert Greene es una lectura inspiradora que explora la importancia de la práctica constante en el camino hacia la excelencia en cualquier disciplina.

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